Si hablamos de Reinas podemos decir que Madonna consagró su corona brindando un gran cierre por sus 40 años de trayectoria. El impacto fue a nivel internacional, ya que tiene a toda la prensa anonadada hablando sobre la hiper sexualización y mensajes controversiales que realizó en el show.
Junto a 1 millón 600 mil fans, nos congregamos alrededor del imponente escenario para vivenciar una experiencia unica e inigualable que recordaremos y tendremos de que hablar cuando nos pregunten por nuestra `Madonna Experience´
El mismisimo `Bob The Drag Queen´ como emecé y vestido de María Antonieta comenzó dando el honor al empoderamiento que genera VOGUE como canción y una era; narrando lo que ibamos a vivir esa noche a traves de sus 40 años de trayectoria.
La diva del pop comenzó cantando ¨Nothing Really Matters¨ para luego ¨Everybody¨ y así tener su primer contacto con nosotros.
«Maldita sea» dijo, enfatizando que sabe muy poco portugués y sacudiendo los parlantes con sus icónicas frases.
«Esto es mágico, gracias»
Entre lo más destacado del espectáculo; brindó un homenaje a sus amigos y bailarines que fallecieron de VIH dondé las vibras fueron emocionantes para todos nosotros.
Recordemos que en los ‘80 y ‘90 ella fué la primera en estar a favor de la lucha contra los estigmas y conceptos sobre esta enfermedad dando el completo apoyo a la comunidad LGBTQ(+).
Y para seguir condimentando aún más este espectáculo, participaron algunos de sus 6 hijos como David Banda, por ejemplo que interpretó solos de guitarra, mientras Mercy James tocaba el piano en Bad Girl . Luego, fue el turno de Estere para subir al escenario y robarse el show, al mando de una mesa de DJ para presentar el clásico de Vogue.
Si hay algo que no pude dejar de sorprenderme fué con el vestuario que contó con grandes firmas y diseños originales, incluyendo Vetements, Dilara Fındıkoğlu, Almarow, Ruslan Baginskiy, Miu Miu, Rosamario, Víctor Barragán, un catsuit de Versace y una nueva versión de Jean-Paul Gautier del famoso corsé icónico utilizado durante la gira de 1990, “Blond Ambition World Tour”.
También, utilizó una aureola ornamental de House of Malakai y un kimono de Eyob Yohannes.
Las vibras que generó este show fué indescriptible porqué podías ver todas las generaciones juntas en un multitudinario lugar reunidos y ovacionando a una historia en vida como lo es ella y lo que significa para cada uno.
En lo particular, Madonna es un ser de otro planeta por haber toda su vida transgrecionado su carrera y llevándola a sus fans a que la experiencia de vivenciar un show quede para el resto de nuestras vidas.
Lucas Nicolás López
Editorial Content Editor
